Katherine Knight, la única mujer condenada a cadena perpetua en Australia

Cuando una mujer sabe lo que quiere, busca la manera de conseguirlo. El problema surge cuando esta mujer es celosa, posesiva y violenta, tal como Katherine Knight, quien en un ataque de furia asesinó, descuartizó y cocinó al hombre que “amaba”. Ella es hasta hoy la única mujer condenada a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional en la historia de Australia. 

Katherine Knight nació en una familia violenta con un padre alcohólico que solía violar a su madre, asimismo, la madre no mostraba pudor al contarle a sus hijos historias abiertamente sexuales y de odio hacia los hombres. Por su parte, la pequeña Katherine mostraba un comportamiento errático. Cuando no estaba ocupada siendo una alumna modelo, sufría ataques de furia que podían resultar con varios heridos a su alrededor.

A los 15 años dejó los estudios cuando encontró lo que calificó como su empleo soñado: ser carnicera. Este trabajo además le daría herramientas muy preciadas, un set de cuchillos carniceros el cual colgaría sobre su cama y que permanecería ahí por el resto de su vida.

Siempre intensa, posesiva y dominadora, Katherine Knight tuvo un primer matrimonio extremadamente violento por el cual terminó dos veces en el hospital psiquiátrico. Además de abusar físicamente de su esposo, Katherine Knight intentó matar a su primogénita luego de que su compañero tratara de dejarla.

La historia de maltrato hacia su pareja e hijos fue constante, motivada por la necesidad de controlar su vida amorosa y ser quien tomara las decisiones. Fracturas de cráneo por golpes con sartenes y puñaladas en el estómago con tijeras fueron algunos de los resultados de los desacuerdos entre ella y sus hombres. Pero nada se compara con el único y gran asesinato de Katherine Knight, -el de John Price- quien se enamoró de ella a pesar de su pasado violento.

Todo comenzó como un cuento de hadas, ella era una mujer devota y de paso, era insaciable en la cama. Lamentablemente, todo lo bueno termina y pronto comenzaron las peleas que cada vez se volvían más peligrosas. Siete años después de comenzar su romance, John Price se cansó de las agresiones de Katherine y puso una orden de restricción por violencia en su contra… acción que detonó la rabia más intensa de su ex pareja y dio paso a la venganza más sangrienta de todas.

Luego de planear sus acciones cuidadosamente, Katherine Knight decidió visitar a su ex, John Price, a pesar de la orden de restricción en su contra. En la casa de éste, pasaron un rato agradable que terminó con lo que parecía, sexo de reconciliación. Desafortunadamente para Price, cuando terminaron y este se durmió, Katherine tomó un cuchillo que había guardado y lo apuñaló en el pecho. Price trató de escapar, pero en la entrada de la casa ella lo alcanzó y asesinó con 36 puñaladas más.

Pero eso no fue todo, con su pericia de carnicera, desolló a su ex amante y sólo dejó algunos centímetros de piel en su cuerpo… una cicatriz que le había hecho en un ataque anterior. Una vez separada la piel del cuerpo, Katherine colgó este “traje” en la puerta de la casa. Sentado sobre uno de los sillones del living el cuerpo de John Price además fue desmembrado. La asesina separó filetes que sacó del trasero de su víctima y cortó su cabeza. Con ellos preparó una comida especial acompañada de verduras que serviría para ellos y para los hijos de John.

De acuerdo a la investigación forense, el proceso de desollado, así como el corte de los miembros le habría tomado a Katherine cerca de 40 minutos. En la escena del crimen se encontraron diferentes medicamentos y finalmente, a Katherine Knight comatosa.

Si bien en un principio ella dijo no recordar lo sucedido luego de acostarse con Price, más adelante reconoció todos los cargos y se declaró culpable. Los psiquiatras a cargo del caso, declararon que Knight estuvo completamente consciente mientras cometía su crimen. En octubre de 2001, fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional y pasó a la historia como una de las mujeres más peligrosas de Australia.

Actualmente, sigue cumpliendo condena en un centro correccional femenino de Silverwater. 

Información encontrada en el primer episodio de la serie documental de horror y misterio "EL MAL", conducida por Doctor Zombie y Javiera Muñoz.