domingo, 8 de marzo de 2015

Raquel Inés Cruz Mamani asesina a su pareja, un ex coronel del Ejército peruano

Raquel Inés Cruz Mamani

Al parecer, el motivo del asesinato fue una discusión nacida en el ámbito doméstico que pasó a mayores. Tanto ella como su pareja estaban ebrios.

Venían de celebrar el onomástico de Raquel en un lujoso restaurante, pero al llegar al hogar continuaron bebiendo. Según indican las investigaciones realizadas, Juan Alberto Serrá insultó al hijo de su pareja (de 18 años y producto de una relación anterior) por haberse comido el queso que anteriormente había comprado.

Sin tomarse mucho tiempo para la reflexión, Raquel Inés Cruz Mamani lo acuchilló en la vivienda que compartían en la cuadra 12, ubicada en la avenida Santa cruz en Magdalena. Convivían hace siete años. La víctima, Juan Alberto Serra Odría tenía 57 años (aunque algunas fuentes indican que tenía 58 o 59 años) y fue trasladado al Hospital Militar donde terminó falleciendo como consecuencia de la hemorragia producida por los cortes en el cuello y en el abdomen.

Las versiones indican que el coronel fue a la cocina para comer un queso que había comprado, pero al no encontrarlo acusó al hijo Raquel, Luis Artur Conan Herrera Cruz, de comérselo. Gritó y se enojó por este hecho. Raquel no quiso que su pareja se metiera con su hijo y comenzó a discutir con Juan Alberto Serra Odría. Llegaron a los golpes y en un descuido, ella tomó un cuchillo y le dio dos puñaladas, ambas letales. Juan cayó al piso y comenzó a desangrarse.

La mujer fue identificada como sospechosa luego de manipular el cuerpo para que pareciera una caída y por las constantes contradicciones en la versión de los hechos, mientras declaraba en el juzgado. Al no poder sostener una historia coherente, confesó el crimen.

También hubo sospechas de que el hijo podría haber participado, ya que se despertó por los gritos de la discusión. Sin embargo, no hay datos de que él haya estado involucrado.

domingo, 22 de febrero de 2015

Ampliación del caso de Justina Morley

Justina Morley

El día 24 de enero de este año, subíamos una entrada dedicada a Justina Morley, una asesina de 15 años (o al menos cómplice de asesinato) que era condenada a un mínimo de 17 años y a un máximo de 35 años en prisión por la muerte del adolescente Jason Sweeney. Sorprendentemente, nos escribió una allegada a los asesinos (participaron del crimen 4 jóvenes) quien amplió la información que expusimos en la entrada y también dejó claro su punto de vista. A continuación, compartiremos con ustedes la traducción de su mensaje:

"I was friends with Sweeney and the Coia brothers. I went to high school with them. The Supreme Court is hearing Nick Coia's case tomorrow (February 18) to change his sentence. They are saying since he was under 18 when he commited this murder, he shouldn't get life in prison, he should be able to eventually be paroled. If they change his sentence, they'll have to change the other boys' sentences too. Ridiculous isn't even the word to describe it.

What happened was, they wanted Sweeney to have a party at his house the week before they killed him. They were going to murder him then, in his own house and rob the family's safe. Sweeney decided to go to work instead of having the party. When they decided to do it the next week for his paycheck, they had Justina lure him to the destination. She offered him sex and he pulled down his pants. Once his pants were around his ankles, the boys attacked with a hammer, a hatchet, and a boulder. Justina actually didn't hit him, which is why they gave her a plea bargain. In exchange for her testimony, she received the 17-1/2 to 35 year sentence. I'm praying that she is the only one who will get out. none of them deserve to see the light of day from outside those prison walls but she will. Hopefully thr supreme court upholds Nicks sentence tomorrow".
 
Traducción:

"Yo era amiga de Sweeney y de los hermanos Coia. Fui a la escuela con ellos. El Tribunal Supremo estará escuchando el caso de Nick Coia mañana (18 de febrero) para cambiar su sentencia. Están diciendo que al ser menor de 18 años cuando él cometió este asesinato, no debería recibir cadena perpetua, él debería eventualmente recibir la libertad condicional. Si cambian su sentencia, también van a tener que cambiar las penas de los demás chicos. La palabra ridículo ni siquiera es suficiente para describirlo. 

Lo que sucedió fue que deseaban que Sweeney tuviera una fiesta en su casa la semana antes de que lo mataran. Iban a asesinarlo y luego, en su propia casa robar la caja fuerte de la familia. Sweeney decidió ir a trabajar en lugar de tener la fiesta. Cuando decidieron hacerlo la próxima semana al cobrar él su cheque (Jason Sweeney), Justina lo llevaría a destino. Ella le ofreció sexo y él se bajó los pantalones. Una vez que sus pantalones estaban alrededor de sus tobillos, los chicos aparecieron y lo atacaron con un martillo, un hacha y una roca. Justina en realidad no lo golpeó, por lo que le dieron un acuerdo con el fiscal. A cambio de su testimonio, ella recibió la sentencia de 17 y 1/2 a 35 años. Estoy orando para que ella sea la única que salga libre. Ninguno de los otros chicos merecen ver la luz del día fuera de las paredes de la prisión, pero ella lo hará. Esperemos que el Tribunal Supremo mantenga la condena de Nick mañana".

La condena a Justina Morley fue por haber llevado a la víctima al lugar donde los otros tres jóvenes lo matarían. Ella le ofreció tener relaciones en un sitio alejado y él aceptó, así que la adolescente lo condujo (hizo de carnada) hacia el lugar donde el asesinato se llevaría a cabo.

Buscando información sobre el 18 de febrero, encontré que el caso de Nick Coia fue revisado y nuevamente condenado a cadena perpetua.

martes, 10 de febrero de 2015

Jane Toppan, la enfermera de la muerte

Jane Toppan, la enfermera de la muerte

Jane Toppan fue una sociópata cruel que no dudó en manifestar que quería convertirse en la persona con más víctimas mortales en el mundo. Jane Toppan nació en 1854 bajo el nombre de Honora Kelley. Con la muerte de su madre cuando aún era una niña pequeña y el abandono en un orfanato por parte de su padre, ella pasó al cuidado de la familia Toppan, tomando el nombre del matrimonio al que ayudaba en los quehaceres.

Jane permaneció con ellos hasta que ingresó a la escuela de enfermería. Su rencor por la vida se acrecentó cuando fue abandonada por su prometido, lo que le provocó una fuerte crisis nerviosa e incluso intentó suicidarse.

En la escuela de enfermería, Jane Toppan se destacó como una de las mejores estudiantes. Allí descubrió el poder de muchos fármacos, en especial los opiáceos como la morfina y la atropina.

Cuando ingresó al hospital general de Massachussets, inició su experimentación suministrando estos medicamentos y terminó siendo despedida cuando algunos de los pacientes a su cuidado murieron misteriosamente. Luego de esto, comenzó a trabajar como enfermera particular teniendo algunos problemas con clientes por pequeños robos, aún así, continuó su carrera siendo considerada una enfermera sensible y paciente con los ancianos y enfermos a su cargo. Sin embargo, muchos de ellos murieron mientras los cuidaba. Jane Toppan permanecía conmovida a su lado al dar sus últimos suspiros, pero nadie observó nada extraño. Las víctimas de Jane no se restringieron a sus pacientes, también dio fin a sus caseros y a quien se crió como su hermanastra, Elizabeth.

Pero el fin de sus asesinatos llegó cuando se instaló en la casa de la familia Davis. Aunque estaba al cuidado del anciano Alden Davis, Toppan mató a la esposa, a dos de sus hijos y al propio Alden.

Regresó a Boston y trató de seducir al viudo de su hermanastra, pero antes sacó del camino a la hermana de este, envenenándola. Para ganarse su agrado, también le suministró una dosis de sus letales pócimas para que una vez enfermo ella pudiese salvarle la vida; pero él no cayó en sus tretas y la echó a la calle.

Para entonces, los familiares de los Davis habían mandado a exhumar el cadáver de una de las hijas de la familia, descubriéndose que murió envenenada. De inmediato se señaló como culpable a Jane Toppan y fue apresada.

La desalmada enfermera confesó 31 crímenes pero quienes han estudiado su caso, aseguran que fueron aproximadamente 70 personas las que murieron a causa de sus mortíferas dosis. En el juicio en su contra llevado a cabo en 1902, se la consideró una débil mental luego de que dijera que su máxima ambición "era matar a más gente que cualquier otro hombre o mujer que haya existido".

Se dice que más que ambición, Jane Toppan mataba por diversión y que incluso experimentaba un morboso placer cuando veía morir a sus víctimas. Fue hallada no apta para ser juzgada debido a su locura y fue enviada a un asilo de enfermos mentales donde murió en 1938, a los 84 años.

Mujeres Asesinas
Pueden encontrar más información en el video de Youtube: Las Mujeres Asesinas mas perversas de la historia 7, 6 y 5.
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