domingo, 22 de febrero de 2015

Ampliación del caso de Justina Morley

Justina Morley

El día 24 de enero de este año, subíamos una entrada dedicada a Justina Morley, una asesina de 15 años (o al menos cómplice de asesinato) que era condenada a un mínimo de 17 años y a un máximo de 35 años en prisión por la muerte del adolescente Jason Sweeney. Sorprendentemente, nos escribió una allegada a los asesinos (participaron del crimen 4 jóvenes) quien amplió la información que expusimos en la entrada y también dejó claro su punto de vista. A continuación, compartiremos con ustedes la traducción de su mensaje:

"I was friends with Sweeney and the Coia brothers. I went to high school with them. The Supreme Court is hearing Nick Coia's case tomorrow (February 18) to change his sentence. They are saying since he was under 18 when he commited this murder, he shouldn't get life in prison, he should be able to eventually be paroled. If they change his sentence, they'll have to change the other boys' sentences too. Ridiculous isn't even the word to describe it.

What happened was, they wanted Sweeney to have a party at his house the week before they killed him. They were going to murder him then, in his own house and rob the family's safe. Sweeney decided to go to work instead of having the party. When they decided to do it the next week for his paycheck, they had Justina lure him to the destination. She offered him sex and he pulled down his pants. Once his pants were around his ankles, the boys attacked with a hammer, a hatchet, and a boulder. Justina actually didn't hit him, which is why they gave her a plea bargain. In exchange for her testimony, she received the 17-1/2 to 35 year sentence. I'm praying that she is the only one who will get out. none of them deserve to see the light of day from outside those prison walls but she will. Hopefully thr supreme court upholds Nicks sentence tomorrow".
 
Traducción:

"Yo era amiga de Sweeney y de los hermanos Coia. Fui a la escuela con ellos. El Tribunal Supremo estará escuchando el caso de Nick Coia mañana (18 de febrero) para cambiar su sentencia. Están diciendo que al ser menor de 18 años cuando él cometió este asesinato, no debería recibir cadena perpetua, él debería eventualmente recibir la libertad condicional. Si cambian su sentencia, también van a tener que cambiar las penas de los demás chicos. La palabra ridículo ni siquiera es suficiente para describirlo. 

Lo que sucedió fue que deseaban que Sweeney tuviera una fiesta en su casa la semana antes de que lo mataran. Iban a asesinarlo y luego, en su propia casa robar la caja fuerte de la familia. Sweeney decidió ir a trabajar en lugar de tener la fiesta. Cuando decidieron hacerlo la próxima semana al cobrar él su cheque (Jason Sweeney), Justina lo llevaría a destino. Ella le ofreció sexo y él se bajó los pantalones. Una vez que sus pantalones estaban alrededor de sus tobillos, los chicos aparecieron y lo atacaron con un martillo, un hacha y una roca. Justina en realidad no lo golpeó, por lo que le dieron un acuerdo con el fiscal. A cambio de su testimonio, ella recibió la sentencia de 17 y 1/2 a 35 años. Estoy orando para que ella sea la única que salga libre. Ninguno de los otros chicos merecen ver la luz del día fuera de las paredes de la prisión, pero ella lo hará. Esperemos que el Tribunal Supremo mantenga la condena de Nick mañana".

La condena a Justina Morley fue por haber llevado a la víctima al lugar donde los otros tres jóvenes lo matarían. Ella le ofreció tener relaciones en un sitio alejado y él aceptó, así que la adolescente lo condujo (hizo de carnada) hacia el lugar donde el asesinato se llevaría a cabo.

Buscando información sobre el 18 de febrero, encontré que el caso de Nick Coia fue revisado y nuevamente condenado a cadena perpetua.

martes, 10 de febrero de 2015

Jane Toppan, la enfermera de la muerte

Jane Toppan, la enfermera de la muerte

Jane Toppan fue una sociópata cruel que no dudó en manifestar que quería convertirse en la persona con más víctimas mortales en el mundo. Jane Toppan nació en 1854 bajo el nombre de Honora Kelley. Con la muerte de su madre cuando aún era una niña pequeña y el abandono en un orfanato por parte de su padre, ella pasó al cuidado de la familia Toppan, tomando el nombre del matrimonio al que ayudaba en los quehaceres.

Jane permaneció con ellos hasta que ingresó a la escuela de enfermería. Su rencor por la vida se acrecentó cuando fue abandonada por su prometido, lo que le provocó una fuerte crisis nerviosa e incluso intentó suicidarse.

En la escuela de enfermería, Jane Toppan se destacó como una de las mejores estudiantes. Allí descubrió el poder de muchos fármacos, en especial los opiáceos como la morfina y la atropina.

Cuando ingresó al hospital general de Massachussets, inició su experimentación suministrando estos medicamentos y terminó siendo despedida cuando algunos de los pacientes a su cuidado murieron misteriosamente. Luego de esto, comenzó a trabajar como enfermera particular teniendo algunos problemas con clientes por pequeños robos, aún así, continuó su carrera siendo considerada una enfermera sensible y paciente con los ancianos y enfermos a su cargo. Sin embargo, muchos de ellos murieron mientras los cuidaba. Jane Toppan permanecía conmovida a su lado al dar sus últimos suspiros, pero nadie observó nada extraño. Las víctimas de Jane no se restringieron a sus pacientes, también dio fin a sus caseros y a quien se crió como su hermanastra, Elizabeth.

Pero el fin de sus asesinatos llegó cuando se instaló en la casa de la familia Davis. Aunque estaba al cuidado del anciano Alden Davis, Toppan mató a la esposa, a dos de sus hijos y al propio Alden.

Regresó a Boston y trató de seducir al viudo de su hermanastra, pero antes sacó del camino a la hermana de este, envenenándola. Para ganarse su agrado, también le suministró una dosis de sus letales pócimas para que una vez enfermo ella pudiese salvarle la vida; pero él no cayó en sus tretas y la echó a la calle.

Para entonces, los familiares de los Davis habían mandado a exhumar el cadáver de una de las hijas de la familia, descubriéndose que murió envenenada. De inmediato se señaló como culpable a Jane Toppan y fue apresada.

La desalmada enfermera confesó 31 crímenes pero quienes han estudiado su caso, aseguran que fueron aproximadamente 70 personas las que murieron a causa de sus mortíferas dosis. En el juicio en su contra llevado a cabo en 1902, se la consideró una débil mental luego de que dijera que su máxima ambición "era matar a más gente que cualquier otro hombre o mujer que haya existido".

Se dice que más que ambición, Jane Toppan mataba por diversión y que incluso experimentaba un morboso placer cuando veía morir a sus víctimas. Fue hallada no apta para ser juzgada debido a su locura y fue enviada a un asilo de enfermos mentales donde murió en 1938, a los 84 años.

Mujeres Asesinas
Pueden encontrar más información en el video de Youtube: Las Mujeres Asesinas mas perversas de la historia 7, 6 y 5.

sábado, 7 de febrero de 2015

Trinidad Ruiz Mares, "La Tamalera".

Trinidad Ruiz Mares, "La Tamalera"

En el domicilio de la calle Pirineos Nº 15 en la colonia Portales (Ciudad de México) Trinidad Ruiz Mares vivía una verdadera pesadilla. Su pareja sentimental de nombre Pablo Díaz Ramírez (quien usaba otros seis nombres) era un peluquero de oficio que la golpeaba a ella y a sus hijos (descendencia de un matrimonio anterior). Pablo Díaz Ramírez también trabajaba irregularmente y padecía de alcoholismo.

El 19 de julio de 1971, hubo una discusión entre él y Trinidad por dinero. Él le quitó todo lo que ella había juntado para pagar las cuentas del mes, y en el pleito, Pablo golpeó a la mujer y a sus hijos, a quienes ella mantenía vendiendo tamales. Ese día Trinidad Ruiz Mares decidió poner fin al estilo de vida que llevaba. Con un golpe certero en la cabeza propinado con un bate de béisbol, acabó con la vida de Pablo. 

Las piernas y los brazos del hombre fueron encontrados en un lote baldío al sur de la ciudad. El cuerpo había sido descuartizado para que las partes puderan entrar en la bolsa que utilizó para deshacerse del cadáver. Fue fácil identificarlo por sus huellas debido a que la víctima contaba con antecedentes penales (Pablo había estado preso por abuso y por golpear a otro hombre).

Cuando la policía llegó a la casa de La Tamalera, la sorpresa se la llevaron los investigadores al encontrar la cabeza de Pablo cocida en una olla. La mujer dijo que con el resto del cuerpo (el torso) había preparado los tamales de esa semana. Ante el juez, ella se echó toda la culpa del homicidio y del descuartizamiento de su pareja (quien aún estaba vivo mientras sus extremidades inferiores eran separadas del cuerpo), debido a que habían sospechas de que alguno de sus hijos y un yerno también eran cómplices.

La Tamalera fue condenada a 40 años de prisión y murió en la cárcel a pesar de todos los esfuerzos realizados para que quedara libre. Una parte de la justitica quería declarar el caso como asesinato por defensa personal, pero las voces machistas de la época determinaron lo contrario.

No obstante, muchos mensajes en Internet discrepan con algunas versiones tomadas como “oficiales” y aclaran que esta historia tiene más de mito urbano que de realidad. Usuarios de redes sociales (e incluso algunos que provienen del mismo lugar donde vivió La Tamalera) aseguran que la discusión no fue por dinero, sino porque el esposo estaba golpeando a los hijos. Aseguran también que la cabeza no fue hervida y que tampoco se comprobó que llenara los tamales con carne humana.

Asimismo, también hay una confusión con el caso de Emilia Basil, una asesina libanesa radicada en Argentina que en 1973 estranguló, descuartizó y cocinó a un amante, con el cual sí rellenó las empanadas que servía en su restaurante. 

Información de Youtube, Archivo Muerto: La Tamalera de Portales/Comunidad con Óscar Cedillo.

Mujeres Asesinas
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